jueves, 13 de marzo de 2014

Blanca Nieves la primera princesa Disney


Desde 1934, a Walt le rondaba por la cabeza la idea de dar un paso definitivo y producir por primera vez una película de largo metraje totalmente animada. Y como bien es sabido por nuestros lectores, cuando a este hombre se le ponía algo entre ceja y ceja generalmente terminaba saliéndose con la suya. Su ambición era crear un producto refinado, donde personajes reales se mezclasen con los seres fantásticos de los cuentos de hadas, con su habitual fauna y flora, cuyas posibilidades había testado concienzudamente en su serie de animación Sinfonías Tontas (“Silly Symphonies”). También pretendía apoyar su obra en una atractiva banda sonora, con melodías cantadas iguales o superiores a las que triunfaban en Broadway por aquella época. 

Walt Disney se proponía producir por primera vez un largometraje dirigido a un público tanto infantil como adulto. Sus colegas, en cambio, consideraban disparatado y financieramente inviable un proyecto que ofrecía un producto insólito a un público no definido. 

¿Cómo se podía crear una película de dibujos animados para adultos? 
Los años terminaron por dar la razón a Walt Disney que siempre resultó ser un gran visionario con unas ideas muy claras acerca de lo que realmente quería la gente, a pesar de contar siempre con el beneplácito de sus socios e inversores. 
Blancanieves contó con un presupuesto inicial de medio millón de dólares, toda una fortuna en pleno colapso financiero (recordamos a nuestros lectores que el “crash” de Wall Street que desembocó en la Gran Depresión se produjo en 1929). Walt se vio obligado a enfrentarse a su hermano Roy, el más sensato de los dos, quien no creía bajo ningún concepto en tan disparatada aventura (en realidad, la inversión final de Blancanieves triplicaría el presupuesto inicialmente establecido). Por ello, el astuto Walt se vio obligado a encandilar a la esposa de su hermano regalándole un collar y una pulsera de brillantes para que convenciera a su marido de dar luz verde al proyecto. 


United Artists se negó rotundamente a financiar la primera etapa del proyecto con un adelanto contra los hipotéticos beneficios, y para obtener fondos Disney se vio obligado a firmar un nuevo contrato de distribución en exclusiva de sus cortos con RKO, que a la larga le resultó sumamente rentable. 




 La cámara Multiplano, estrenada en el rodaje de “El Viejo Molino” en 1937, permitió a Walt filmar una misma escena con una profundidad nunca antes vista en el cine y mucho menos en el cine de animación. 
La apariencia física de los personajes se inspiró en los galanes y en las bellezas cinematográficas de la época; así, Blancanieves se basó en la primera etapa en el cine de de Janet Gaynor mientras que “para el príncipe, quiero que nos inspiremos en un Douglas Fairbanks de 18 anos, y la reina debe ser una mezcla de Lady Macbeth y el Lobo Feroz”, sentenció Walt imponiendo una vez más su férrea voluntad. Después de numerosos bocetos y estudios, el príncipe resultó ser un galán edulcorado y frágil mientras que por su parte la malvada reina lució la silueta de Greta Garbo y los pómulos de Joan Crawford, dos celebridades de la época. 
Para el doblaje de Blancanieves, tanto su voz como sus canciones, se pensó en Deanna Durbin pero la elección definitiva recayó sobre la soprano italiana Adriana Caselotti ya que, según Walt, Deanna era demasiado madura para el papel de Blancanieves.




La producción de Blancanieves presentó problemas nuevos y difíciles a los animadores de Disney. 
El primero era cómo lograr que se movieran con naturalidad los dibujos de personas. 

El argumento, basado en la versión de los hermanos Grimm del cuento de hadas, tenía como protagonistas a un príncipe, una bruja, siete enanitos y Blancanieves. Los artistas del estudio estaban acostumbrados a dibujar animales, pero tenían poca o ninguna experiencia en la animación de personas. Por ello, Disney encargó que se rodara a actores reales en movimiento, incluidos tres enanos, para después estudiar el metraje fotograma a fotograma. 
La complejidad de algunas escenas planteó la segunda dificultad. Los dibujos animados de aquella época se hacían sobre papel y después se pasaban a hojas de celuloide de un tamaño estándar o acetatos. Cuando los dibujos se habían repasado con tinta y coloreado, se colocaban en un tablero con un fondo pintado y se filmaba la escena. Pero los animadores no tardaron en comprobar que para encajar algunas de las escenas mayores en los tableros tenían que dibujar en una escala inverosímilmente pequeña. Por ello, fue necesario instalar tableros mayores en todo el estudio y adaptar las cámaras a ese nuevo tamaño, con el consiguiente costo. 
Con el equipo habitual tampoco se podía transmitir una sensación de profundidad al pasar de un plano de conjunto a otro de detalle. Como los dibujos se colocaban directamente sobre el fondo, cuando la cámara se acercaba, las figuras y el fondo aumentaban de tamaño a la vez.
 William Garity, jefe del departamento de cámaras de Disney, resolvió el problema diseñando una ingeniosa cámara multiplano, un enorme aparato con distintos planos de cristal sobre los que se podían colocar a distintas distancias los fondos y los detalles. Por primera vez, los dibujos animados comenzaron a moverse en un espacio tridimensional. 

En proyectar y producir Blancanieves se invirtieron tres años y medio. Los diálogos y las bromas se retocaban una y otra vez en innumerables reuniones, y los artistas realizaban millares de acuarelas y bocetos preliminares a medida que la apariencia de los personajes iba perfilándose. Las secuencias se planificaban meticulosamente antes de comenzar a animarlas. Disney aspiraba al máximo realismo posible e instruyó a sus artistas para que imaginaran una película tan rica en matices como fuera posible sin embadurnarlo todo de colores.
Durante las últimas seis semanas de la producción, el equipo trabajó por turnos 24 horas al día los siete días de la semana.


Blancanieves y los siete enanitos se estrenó el 21 de Diciembre de 1937 en el Carthay Circle Theater de Hollywood  fue la película más taquillera de su tiempo, y recibió elogios unánimes de la crítica y el público. 
La Academia en 1939 le otorgó a Disney un Oscar honorario acompañado de siete pequeños Oscars.
Ahora gracias al  señor Walt Disney , todos seriamos parte de un sueño que sumado a un enorme esfuerzo podía crear la magia.

"-¡Caramba, qué bella niña! -exclamaron sorprendidos al ver a Blancanieves-. ¿Y cómo llegó hasta aquí?"


La imagen referencial de Blanca Nieves es para todos aquella princesa que cantaba junto a los animalitos del bosque en la gran pantalla, muchos artistas como homenaje modernizan su aspecto manteniendo su esencia.

FAN ART SNOW  WHITE



DOCUMENTAL DE  CÓMO SE HIZO BLANCA NIEVES

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FUENTE: Disneyadictos.com

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